domingo, 1 de diciembre de 2013

Historias incompletas

Si tú hoy levantases las uñas de estos dedos que de lejos te dibujan, encontrarías enterradas entre la melancolía y el polvo de tanto escribirte, letras desde el fondo de lo que hemos sido y retazos tristes de ésta historia nuestra; párrafos completos de una historia que me niego a escribir, porque tendría que ponerle un inicio, y por ende, un punto final... una historia que no podría cerrarse, por más capítulos y volúmenes que cercenaran sus hojas... Por eso espero queden bajo la caparazón de mis uñas todas estas palabras que se niegan a volar, y tambien un poco, a soltarte... aunque, a veces... a veces vuelven a escribirte, a ti... a ese lejano reflejo que a veces brilla en mi voz, que a veces se ahoga en la luz de mis ojos... tú, el camino que espero... cuando todo se ha ido... cuando todo se ha vuelto obscuro y sin salida... este camino al que vuelvo incluso cuando tu te has ido y tus ojos no marcan más que el saber que me he perdido... el camino eres tú, aunque la luz de tu aurora, siento que la he perdido hace muchos amaneceres... Y la brisa de la tarde se ha escondido entre otras noches, o muerto antes de llegar al medio día. Pero, si buscaras entre las lineas de mi mano los suspiros que no se hicieron nunca palabras, hallarías toda la esperanza que te guardo, y este polvo que me he vuelto, de tanto esperarte y no ser nadie.

Autómata

Intentando despertar, con los ojos aun cerrados, busco el teléfono a ciegas. mis dedos, insomnes, aunque perezosos, ingresan con lentitud la contraseña de desbloqueo... Lo podria hacer dormida; de hecho creo que ya he leido conversaciones mientras en teoria duermo. mientras mis pupilas luchan por acostumbrarse a la luz, abro la bandeja de mensajes... tengo la vaga impresión de que aún no estoy despierta... de cualquier forma, mis pupilas se contraen y dilatan en un vaiven desbocado mientras busco nuevos mensajes... sé que mi cerebro aun no ha procesado la información de lo que mis ojos van leyendo, pero mis dedos ya estan dando una respuesta compleja... Algun día quiza deje de sorprenderme lo que hace mi cerebro mientras mi cuerpo está inutilizado... Algun dia, pero no hoy. En fin... soy una linea de producción por mi misma... en cuanto mis ojos estan completamente abiertos, mi cuerpo se mueve como un robot por mi habitación, trotando por la banda sin fin por la que transita mi vida en una eterna rutina. Salir de la cama, desconectar el teléfono de su cargador, buscar zapatos de baño... /la misma rutina/... encender la luz (que a veces dudo sea necesaria, porque, repito: -"podria hacer todo dormida... y en ocasiones, lo he hecho"-) dirigirme al baño y ... la ducha... La ducha... Creo que nada en este mundo te prepara para una ducha fria por la madrugada... y creo que es de los pocos aspectos en la vida en los que, a pesar de la frecuencia con que se realice, jamas te dejará acostumbrarse al flagelo y la violación involuntaria a la que somete el limpiar la piel con el frio liquido que escupe la regadera cuando aun los rayos de sol no se han filtrado por las tuberias. Salir de la ducha y enfrentarse al mundo desnuda, es tambien, una alteridad que no puedo vencer... aunque sé que es demasiado inverosímil el asearme con ropa, y que en algun momento, la vulnerabilidad de mi desnudez habrá de ganar la batalla. Me salto el proceso de secado, excepto por el cabello... y la ropa coge restos de agua limpia que, algunas veces, ya ha sido filtrada por los poros que el agua sensibiliza y abre. He notado, con alarmante inquietud, que toda mi vida, se programa en función a un diagrama de flujo... y no me preocupa el diagrama, me preocupa que todo está programado... me aterra ser un autómata... tomar el autobus en cierto rango de horas, trabajar en horarios en los que tengo que atarme, literalmente, a un cable, y escuchar voces que se quejan, por quince horas en promedio... tener un rango de tiempo en el que debo relajarme y el cual no debe exceder los 15 minutos... unas 4 veces al dia, mas tiempos regulares en los que mi estomago debe satisfacerse, le alcance el tiempo o no. Seguir horarios, alarmas.. números... todo el tiempo es una cuenta regresiva hacia algo... mi tiempo de sueño lo mide la alarma, que aun antes de sonar, ya me tiene despierta... Cuando el cable que ata mi cabeza me tiene conectada como un operador, sigo siendo este diagrama de flujo... Con respuestas metódicas hacia todo, preveo eventualidades... si pasa algo, siempre hay dos caminos... si me equivoco al inicio todo desembocará en que todo habrá estado mal... siempre una ecuación... siempre una variable... mas que todo, una variable me indicará hacia que dirección seguir... Las mismas palabras, disculpas segmentadas, con un matiz distinto... las voces suenan... las voces, horrorosas, desde el o tro lado de el cable, se desesperan... yo me desespero... resuenan en mi cabeza distintas posibles respuestas mientras mi boca se mueve, y yo no se si pienso o no... soy un autómata, diseñado para dar respuestas ambiguas... Soy un autómata que se ha sincronizado a un cable... y el sueño ya no me deja dormir... se repite la misma rutina en mi cabeza... y me sueño una y mil veces despierta, y siendo un robot... Suena la misma alarma, la misma hora, y mis manos nuevamente se deslizan en busca del teléfono... otra vez esta rutina... y si... Sigo siendo un autómata...

Estamos rotos

Tienen rotas las hojas lo mismo los olmos, que los cedros... lo mismo las plantas de higo, que el rosal viejo y cubierto de espinas... Todo cruje en este nuevo invierno.. todo es nuevo, y todo es viejo... todo sabe a olvido... rotas, las hojas hacen mas ruido... cantan, lejanos, los ruiseñores perdidos... roto el vuelo, este vuelo de olvido... el aire de invierno se cuela por sus alas... alas de plumas rotas ... alas y sueños perdidos... y surcan los cielos estos mismos suspiros que se oyen desde lejos como las hojas de los olmos de los cedros... como el batir de alas de animales heridos... corren y se alejan... corren y se alejan... talvez si se desbandan y se alejan, y con ellos se llevan la brisa... todo esté mas lejos... y todo... Talvez hasta tú... duelas un poco menos...

Luz naranja.

Es extraño a veces, esto de los sueños.... La costumbre de vivir a ciegas, y soñar sin luz, me hace temer de mi, cuando llega el momento de que mi mente descansa. es lo que se hace cuando el color desaparece del subconsciente... A veces, sin embargo, la luminosidad de ciertos sueños, el color específico que adquiere el entorno... me produce mucho miedo... Me vomitan la cabeza residuos de realidad, incomprensibles y , tan reales que aun me duelen ... me duelen los puños... me duelen los sueños que no puedo recordar con claridad ... se agolpan los miedos en las sienes... y las luces naranja que revolotean aun en mi cabeza, pierden las alas y se incendian antes de tocar el suelo de mi boca... pero siguen sus huevecillos... huevecillos de recuerdo reventandome dentro... asomándose con nuevos recuerdos, como cascarones de serpientes... mortales, venenosos, que silban lejanos, que clavan sus pequeños colmillos en mi alma confusa... atisbos imposibles de un presente que solo se ha formado cuando duermo... el mismo naranja... las mismas luces titilantes.. el mismo miedo... la misma madrugada... fria... y yo recorriendo calles que recuerdo, con edificios distintos... con luces distintas... la luz... la luz probablemente sea lo mas aterrador de los sueños... de los sueños que se tiñen para que los recuerde. prefiero morir mientras duermo... que mi cansancio sea acompañado de la vacuedad de lo obscuro... y no que mi cabeza se llene de colores brillantes... prefiero el sonambulismo sin consecuencias, a despertarme con las mejillas húmedas, y los puños cerrados, con las uñas penetrándome las palmas... a la aflicción de no saberme en casa, viendo el naranja en que me pierdo... en calles que conozco... con edificios todos nuevos... Porque mi cansancio se vuelve pesado... y rostros conocidos empiezan a aparecer entre brumas... situaciones imposibles mutan con luces mortecinas de madrugada... cantan las calles... y yo huyo.... otra vez huyo... las mismas caras ... tengo miedo... tengo miedo de su voz... tengo miedo de su miedo... tengo miedo de que en el sueño no sea mas yo... y que cuando hable, mi voz tenga su timbre... Ella... siempre ella... el nuevo fantasma que me aterra... el viejo fantasma que me teme... sus pupilas siempre fijas... acuosas y tristes, como mañanas que lloran, como los baches de las calles cuando el dia anterior la lluvia los ha llenado... y tienen aun residuos brillantes, que reflejan soles tristes... Y me temen...sus pupilas me temen... y su boca pronuncia frases mudas... y mi voz se desahoga en un grito que no es mio... en un grito que es de ella... Mi grito es ella... y yo quiero salvarla... Mi grito es ella... y prefiero hundirme... y la luz sigue siendo naranja... el dia sigue corriendo... y las luces aun estan encendidas.. Brillantes, como si fuera el dia... un dia naranja... que al horizonte se torna obscuro. Todo huele a alcohol... y otro rostro... viejo.. conocido... que va a llevarme... alcohol macerado dentro de un cuerpo descompuesto... ojos vidriosos, llenos de odio... un cuerpo sucio, lleno de heridas... heridas que brillan a naranja triste... ojos inyectados en sangre... en alcohol... ojos que me culpan...y tengo miedo... tengo tanto miedo... y me llama... por mi nombre... y mi nombre es de ella... y ya no sé a quien llama.y otra vez se oye lejano el grito de mi boca... y tengo que vencer los miedos... al menos uno... con uno solo que desaparezca será suficiente... Tendría que ser suficiente, pero ... tengo tanto miedo... y me persigue y su voz me llama... viene por mi... a llevarse lo que me pertenece y no es mio...y tengo que armarme de valor, y volverme... y girar... con lo pesada que me siento...con lo dificil que es tan siquiera moverme... y con el miedo que tengo... pero ya no quiero huir... solo ya no quiero... ya no quiero que ella grite en mi boca...pero he de voltearme... y deshacer ese macilento rostro con un puño cerrado... y escuchar crujir ese craneo... así que lo hago... y todo cruje... cruje tan fuerte... polvo de alcohol brilla mientras cae,y me llena las manos a través de la luz naranja... y ya no puedo parar... ya no voy a huir... y voy a arrancar la luz de esos ojos vidriosos... esa boca llena de alcohol en polvo tiene que dejar de escupir... de gritar mi nombre... o el suyo... ya no se a quien pertenece...y tienen que ser mis puños, cubiertos de luz naranja, quienes acaben con ello.. y que siga cayendo el alcohol, ya no importa si el polvo me llena la boca... y el liquido que se evapora me impregna el pelo... ya no hay gritos... pero aun tengo miedo. Y de pronto todo es obscuro... y no se donde he estado, pero tengo frio... y tengo miedo... y mis pies buscan, casi contra mi voluntad el suelo. Mis muñecas, adoloridas, se desentumecen... un dedo busca inconsciente el switch de encendido, mientras mi cuerpo se arrastra lentamente... a ciegas...mas liviano... la luz ahora ya no es naranja...es amarilla... es triste... pero es amarilla... es de noche, estoy sola... todo está en calma... y estoy en casa... y ha sido solo otro sueño... Este, al menos... fue en naranja... y me pregunto... que pasaría... si te contara sobre los monstruos que a veces aparecen cuando mi dormitar ya no es grisáceo.. cuando el negro de la noche se esconde de miedo... y me inunda la brillantez de un color que, en solitario... me vuelve a llenar de dudas. 


Guatemala, septiembre 5, 2012. Jeanny Chapeta

Quédate un poquito

Y entonces te vi... Fue talvez la boca... Talvez la sonrisa qué asomaba del abismo Ése abismo claro y profundo de tus ojos... Y más que tú, y talvez más que yo Talvez fuimos nosotros Nosotros que nos dejamos atrapar En un talvez... En un mañana... En un "Quédate un poquito" Qué con un poco de suerte Quizá dure para siempre..   Quédate un poquito Qué talvez nos alcanza Para cubrir éstas vidas Qué tanto hemos tratado de alcanzarnos.   Quédate un poquito Qué te alcance para llenarme Qué vendrán tiempos mejores Qué nunca es tarde... Qué si vienes... Yo te espero.   Quédate un poquito Qué prometo llenar tu boca De mi más fresca risa Y quién sabe... Talvez de mi más feliz vida...   Quédate un poquito en el qué seamos eternos Quédate un poquito qué hoy es siempre todavía Y aún estás a tiempo de alcanzarme.... Qué talvez si despliegas tus alas... Podemos seguir volando... Yo en tu risa... Tú en la mía.